EL arte de la Guerra [Cannae]
¿Cuántas
veces os asustaron vuestros padres cuando eráis pequeños con el hombre del
saco? En la antigua Roma ocurría lo mismo pero a diferencia de vuestros padres
el personaje que usaban los romanos era muy real. Cuando a un niño le decían
“Hannibal ad portas” le embargaba un miedo arraigado generación tras generación
en todas las mentes de la ciudad. Aníbal Barca era el nombre de esa persona tan
temida, odiada y a la vez respetada por sus eternos enemigos.
Aníbal
fue un hombre que tuvo en sus manos el poder cambiar la historia, de derrotar a
la cada vez más poderosa y beligerante ciudad del Tíber. Ejercito tras ejército
los derrotó a todos, los puso contra las cuerdas y consiguió que incluso se
volvieran a hacer sacrificios humanos a los Dioses con tal de detenerle. Tan
temido era…
Cannae
fue el apogeo de su gloria. En el año 218 a. C. estalló la guerra entre las dos
superpotencias del Mediterráneo Occidental, Roma y Carthago. Aníbal al frente
de un ejército compuesto por púnicos, mercenarios íberos, celtíberos, libios,
númidas, fenicios y galos y unos cuantos elefantes avanzó hacia la península
itálica atravesando los Alpes y destruyendo a cuantos ejércitos osaban
ponérsele delante. Puesta contra la espada y la pared, Roma decide hacer un
último esfuerzo y manda contra el cartaginés todas las fuerzas que tenía para
aniquilarle de una vez por todas. El choque se produjo el 2 de Agosto del año
216 a.C. en Cannas a la rivera del río Aufidus.
El
ejército romano estaba formado por 82000 hombres:
- 2000 de caballería romana y 4000
de caballería aliada.
- 75000 soldados de infantería.
- En los campamentos había 2.600
hombres de infantería pesada y 7.400 de infantería ligera.
El
ejército cartaginés poseía unos 56000 soldados:
- 40000 de infantería pesada.
- 6000 hostigadores, honderos
baleares en su mayoría.
- Unos 10000 de caballería.
El
ejército romano se sitúo de forma perpendicular al río, con toda su infantería
en el centro y su caballería situada en los flancos. Los vélites (infantería
ligera) estaban en la vanguardia del ataque con el fin de hostigar y una vez
terminada su labor retirarse a retaguardia. El resto de la infantería (hastati,
principes y triarii) estaban justo detrás. Las unidades estaban sumamente
juntas con el fin de romper la línea cartaginesa cuanto antes aunque les
restaba maniobrabilidad.
Aníbal
situó a la infantería también en el centro pero en vez de formar una línea
recta la colocó de una forma ligeramente curva y no tan compacta como la línea
romana. En el centro de la línea se encontraban los galos (poco disciplinados)
junto con los íberos (muy disciplinados) puestos delante y colocados de forma
alterna según la etnia a la que pertenecieran. A ambos lados de éstos estaba la
infantería púnica. En el flanco derecho se encontraba la caballería númida (3500)
al mando de Hannón y el flanco izquierdo lo gobernaba Asdrúbal con la
caballería íbera y celtíbera (6500).
Las
piezas estaban situadas, era hora de que comenzara la batalla.
Nada
más comenzar la batalla, en los flancos ocurría algo muy importante. La
aplastante superioridad numérica y táctica de la caballería de Asdrúbal aplastó
a los romanos fácilmente y empezó a rodear al ejército romano con tal de llegar
al otro ala lo más rápidamente posible en auxilio de Hannón que contaba con
menos hombres. Una vez allí y atacada por la retaguardia la caballería romana
se desperdigó en todas las direcciones mientras que la cartaginesa avanzó sin
ningún obstáculo hacia la retaguardia del ejército romano.
Mientras
tanto la infantería de ambos bandos soportaba una lucha encarnizada. Después de
haber intentado detener el avance romano con los honderos, los hostigadores
empezaron a lanzar sus lanzas contra sus rivales y una vez terminado de
lanzarlas empezó la auténtica lucha cuerpo a cuerpo. Debido a la superioridad
romana frente a los galos, íberos y celtíberos, de forma controlada empezaron a
retroceder formando un semicírculo y ocupando los romanos el lugar evacuado por
parte de los cartagineses. Tan rápido querían avanzar que se perdió la cohesión
y se apiñaron todos juntos hasta el punto de no poder ni siquiera usar sus
armas y este fue uno de sus errores. Otro error cometido fue no fijarse en la
infantería púnica, ya que estos les empezaban a flanquear y lentamente empezaban
a ser rodeados.
En ese
momento la caballería cartaginesa empezaba a atacar a la retaguardia romana que
en ese momento estaba formada por los vélites, estos empujaban hacia delante al
resto y hacía que cada vez estuvieran más juntos.
Llegados
a este punto, el ejército romano se encontraba sin flancos y estaba siendo
atacado por retaguardia así que formo en cuña con el fin de romper cuanto antes
la línea, momento que decidió Aníbal para que cargara su infantería africana y
así completar el cerco. Los romanos estaban siendo atacados por todos los
lados, su avance se detuvo y aunque muchos todavía no lo sabían ya estaban
acabados. En concreto la infantería íbera hizo una excelente labor gracias a
sus espadas cortas, espadas que los romanos adoptarían para sí mismos. Las
legiones finalmente fueron masacradas y solo unos 14000 hombres de más de 80000
que fueron sobrevivieron. Entre las bajas había 80 Senadores y un Cónsul.
Después
de esta batalla las fuerzas de Aníbal pese a su aplastante victoria quedaron
fuertemente mermadas. Con tan pocos hombres fue incapaz de atacar Roma y
Carthago al no enviarle ni un soldado contribuyó a que finalmente la guerra
cambiara de tendencia, Cartago perdiera Hispania, fuera derrotada en Zama y hoy
hablemos un idioma descendiente del Latín.
El
gran Aníbal Barca después de la Segunda Guerra Púnica participó activamente en
la lucha contra Roma y los romanos nunca durmieron tranquilos hasta que éste
murió en el año 183 a. C., el mismo año que Publio Cornelio Escipión “el
Africano”.
Gran blog el que tienes aquí. Tienes una redacción amena y entendible, además tratas de un tema que a mi me encanta, la historia. Me interesado mucho tu trabajo, te enlazado a mi blog (www.saberhistoria.com.ar) y pasare tan seguido como pueda por aquí.
ResponderEliminarRespecto de la entrada, Anibal fue un gran general y estratega, además del mayor enemigo romano. Es básicamente la causa principal del odio romano por la ciudad de Cartago, que se haría evidente en la cartagofobia y la tan recurrida frase de Catón el Viejo "Carthago delenda est". Y si que era de temer.
Por otro lado es muy curioso el último dato que tiras, que dos enemigos, y mas tarde amigos, tan acérrimos murieran el mismo año lo deja a uno pensando.
Un Saludo.
Uriel
Pd) Te recomiendo que habilites también las opciones de Nombre/Url y Anónimo de los comentarios, así tendrás más posibilidades para que te dejen comentarios. Yo, por ejemplo, he tenido que crearme una cuenta Google para comentar. Por cierto, es solo una recomendación, no te lo tomes a mal.
Muchas gracias, adivina cual crees que será la próxima entrada a del blog.
ResponderEliminarTe haré caso con lo de anónimo, soy muy nuevo con esto de los blogs y no sabía que se podía hacer.
Me pasaré por tu blog y te introduciré en páginas favoritas. 1 saludo
Creo tener una leve idea, pero me dejare sorprender, jeje.
ResponderEliminarNo es nada, entre blogueros debemos ayudarnos. Prueba, estoy seguro de que te ayudara con lo de los comentarios.
Eres bienvenido a pasar cuando quieras por Saberhistoria. Espero que sea de tu agrado. Por cierto, deberás buscarla en la web, porque es un worpress, así que no estará en mi perfil de Google.
Un Saludo.
Uriel
¿Podrías indicarme cómo puedo escribir un artículo? Soy nuevo. Gracias. Mi correo es jualimoche@gmail.com
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