La Orden más poderosa de la Cristiandad [El Temple]


El principio de la Orden



Principios del Segundo Milenio después de la muerte de Jesucristo. Después de siglos convulsos, carentes de autoridad bien visible, Europa empieza a cambiar, las ansias expansionistas de las potencias europeas, el renacer del comercio y el inicio de las grandes peregrinaciones a Santiago de Compostela y Tierra Santa marcan el inicio de la llamada baja Edad Media.  En torno al año 1095 Jerusalén cae en manos de los turcos y Bizancio pide ayuda a Occidente, las peregrinaciones a Tierra Santa empiezan a ser peligrosas y una de las rutas comerciales más importante peligra. Viendo todas las desventajas que conlleva el que Jerusalén y toda Palestina no sea segura, el Papa Urbano II llama a las armas a los reinos europeos. Finalmente, un ejército se encamina  a oriente con el fin de conquistar los territorios sagrados, es la primera cruzada. En el Año 1099 Jerusalén cae en manos cristianas pero el territorio todavía no es seguro.

Decididos a ayudar a los peregrinos que viajen por esas tierras principalmente, 9 caballeros encabezados por Hugo de Payens se establecen en Tierra Santa, esto ocurre en torno al año 1119. Viendo la encomiable labor que realizan, el nuevo rey de Jerusalén Balduino I decide apoyarlos, les cede la mezquita de Al-Aqsa, que se encontraba en lo que antiguamente había sido el templo de Salomón, como lugar donde poder establecerse y mantener sus equipos y manda cartas a los reyes de toda la cristiandad para que les apoyen como crean conveniente. Los caballeros, debido a la que a partir de ahora será su base más importante deciden tomar su nombre y se hacen llamar Los pobres caballeros del templo de Salomón pero serán más conocidos como los caballeros templarios.



En el año 1128 se convoca el concilio de Troyes, en este se le dota a la recién nacida orden con un código, el cisterciense, en el que se detallan todas las características, reglas y normas que regirán a los que quieran ser templarios. Es importantísimo el patrocinio que Bernardo de Claraval les da. Acabado el concilio 5 caballeros de 9 que integran la orden recorren Europa intentando captar ayudas, miembros y todo tipo de apoyos, al final de este viaje han conseguido reclutar 300 caballeros, sin contar pajes y el resto de ayudantes. En los siguientes años diversos tipos de privilegios les serán concedidos, podrán construir iglesias y fortalezas, tienen autonomía absoluta de los obispos y derechos de conquista.  

Al cabo de 50 años la pequeña orden se ha convertido en una fuerza de élite sin parangón en la historia medieval, sus fortalezas y encomiendas se extienden por todos los reinos importantes europeos y su riqueza es abrumadora, tan grande es que incluso los reyes les piden dinero…



Apogeo y expulsión de Tierra Santa

El poder del Temple es colosal, sus caballeros son la élite de los ejércitos cristianos, defienden Tierra Santa contra viento y marea, constituyen un apoyo importante de los reinos cristianos de la península ibérica, están fuertemente establecidos en Francia e Inglaterra y en mayor o menor importancia se encuentran en todo reino donde se esté la Iglesia Católica.



Es su época dorada pero todo está a punto de cambiar, el gran Sultán Saladino tiene puesta su mirada en Jerusalén y lo quiere recuperar para el Islam. Lo intenta por primera vez con un ejército de 27000 hombres en 1177 pero cae derrotado en la batalla de Montguisard por un pequeño ejército con varios miles de infantería y tan solo 400 caballeros de los cuales el principal contingente era templario, humillado retrocede pero solo unos años más tarde vuelve a atacar y derrota en el año 1187 en los Cuernos de Hattin, debido principalmente a la ineptitud de los comandantes del ejército, al ejército cristiano, aquí es capturado el Gran Maestre del Temple Gerard de Ridefort. Poco tiempo después cae Jerusalén, solo queda Acre en pie. Asombrado el mundo cristiano ante la caída de la ciudad santa, se convoca una tercera cruzada, no se es capaz de reconquistar Jerusalén pero se consigue que sea una ciudad libre para el peregrinaje. Con el paso de los años la situación en Palestina va de mal en peor, se pierde definitivamente Jerusalén y pese a haber algunas cruzadas éstas no consiguen ningún resultado. Durante la séptima cruzada el rey francés Luis IX cae prisionero, los musulmanes negocian su rescate con los templarios debido a la alta estima que les tienen  y le prestan la inmensa cantidad de dinero necesaria para liberarlo, años más tarde los templarios comprenderán que hubiera sido mejor dejarlo prisionero.

Finalmente y tras una dura batalla San Juan de Acre cae en manos musulmanas y los templarios se ven obligados a irse a Chipre.



El final del Temple

Francia se encuentra llena de deudas con los templarios, en gran parte por culpa del inmenso rescate de Luis IX, no tiene forma alguna de pagarles pero hay algo que juega en su favor. El Papa Clemente V se encuentra prácticamente a sus órdenes, se trata de un hombre sin carácter que debe su posición en gran parte gracias al patrocinio del rey francés Felipe el Hermoso. Gracias a esto y la inestimable astucia de su canciller Guillermo de Nogaret se traza un plan, derrocar a la orden y así no tener que pagar la deuda.

Se envían cartas a todos los rincones de Francia con la orden de no ser abiertas so pena de muerte hasta el Viernes 13 de 1307, ese día a partir de entonces será conocido como el de la mala suerte en diversos países. La orden es estricta, el apresamiento de todos los templarios y el requisamiento de todos sus bienes, durante las detenciones ningún templario dice nada ni opone resistencia, van como corderos al matadero.

Son torturados con el fin de que confiesen que practican la sodomía, adoran al diablo y otras acusaciones. Con el fin de salvar la vida confiesan esas acusaciones. En Hungría también son encarcelados pero aquí oponen más resistencia y muchos son masacrados, en el resto de reinos europeos se permanece sobre todo a la expectativa. Mientras tanto el Papa ordena otra investigación, esta investigación decreta que la Orden no ha cometido ningún acto herético pero acosado por Felipe el Hermoso decide que la orden debe ser disuelta pero no condenada.

El Gran Maestre Jacques de Molay mediante tortura también había confesado su culpabilidad y durante su juicio se retracta y dice que mintió con tal de salvar su vida. Al final es acusado de hereje y condenado a la hoguera, antes de morir lanzó una maldición que decía que Guillermo de Nogaret, Felipe el Hermoso y Clemente V morirían antes de fin de año. La maldición se cumplió.



En el resto de los reinos la Orden fue disuelta pero sus miembros no fueron condenados. Esto se integraron en otras órdenes y nadie volvió a hablar más de los Pobres Caballeros del Templo de Salomón.



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